
La pandemia del COVID-19 plantea un desafío sin precedentes para la educación. Hasta el momento, más de cien países han tomado la decisión de cerrar temporalmente sus escuelas para evitar la propagación coronavirus, afectando a 850 millones de alumnos. La intención es que los niños y adolescentes continúen estudiando en sus casas para no interrumpir su aprendizaje; afianzando así la necesidad de las instituciones educativas de migrar a la educación virtual cuanto antes.
Las instituciones educativas que ya contaban con un sistema educación en línea, asumieron esta crisis de forma menos traumática. Lo que obliga a las instituciones que no lo han hecho a sumir la transformación digital lo antes posible.
Ventajas de los sistemas de educación a distancia ante una pandemia:
- Las personas no corren el peligro del contacto físico, ya que todos los miembros estarán en la seguridad de sus hogares.
- La falta de movilidad o de transporte no incide en las actividades.
- Los tiempos de entrega y de evaluación no se ven afectados.
- Los programas se pueden realizar completos, independientemente del tiempo que dure la pandemia.
- El proceso de aprendizaje y de evolución de los temas tratados no se pierde y no cae en la inactividad.
- Flexibilidad en los horarios.
- Mejora la comunicación entre docentes, estudiantes y padres.
- Centraliza la comunicación de la institución, permite hacer seguimiento de los mensajes tanto de docentes como de estudiantes y padres.
- Mejora la imagen de su centro al ofrecer soluciones tecnológicas que resuelven problemas reales.